En el año 2009 se llevó a cabo el Plenario Herrera durante el cual los nueve integrantes de la Cámara de Apelaciones de Mar del Plata discutieron si un hombre detenido con un arma descargada podía ser imputado. Resolvieron, no sin controversia, que no. Ese hombre era el asesinado por el militar esta madrugada.
Juan Manuel Herrera, el hombre que murió esta madrugada por los disparos de un militar que lo sorprendió dentro de su domicilio, fue atrapado en 2009 cerca de su propia casa luego de que los vecinos lo denunciaran por apuntarles a todos con un arma de fuego.
Entonces, tras ser imputado se produjo una controversia judicial tan relevante que fue necesaria la intervención de todos los integrantes de la Cámara de Apelaciones. Es que el arma de Herrera estaba descargada y esa cuestión marcó el terreno para discutir si existía una amenaza o no.
Se lo conoció como el Plenario Herrera.
Los camaristas de entonces Ricardo Favarotto, Marcelo Madina, Juan Manuel Fernández Daguerre, Marcelo Riquert, Reinaldo Fortunato, Pablo Poggetto, Walter Dominella, Raúl Paolini y Esteban Viñas analizaron las circunstancias del hecho y decidieron votar. Cinco de los magistrados desestimaron la acusación y por lo tanto Herrera fue sobreseido.
La Cámara falló en su resolución que “un arma de fuego descargada —sin contar con municiones aptas, a su alcance inmediato— resulta un elemento inocuo para generar el estado de peligro exigido por el artículo 189 bis Código Penal, en razón de su objetiva y material incapacidad de conmover el bien jurídicamente tutelado, la seguridad común, por lo que su tenencia o portación devienen atípicas”.
El arma Colt que Herrera esgrimía, por estar descargada, no podía ser considerada arma. A partir de ese criterio, los casos que siguieron presentándose con esa figura penal en el Departamento Judicial Mar del Plata debieron ser desestimados hasta que en los últimos años, al cambiar la constitución de la Cámara de Apelaciones, el criterio se revirtió.
Hoy por hoy, en Mar del Plata y la zona, llevar un arma de fuego descargada, supone el delito de tenencia.